Septiembre 12, 2011
Utilizando el Telescopio Espacial Hubble, los astrónomos están presenciando la transición sin precedentes de una supernova a restos de una supernova, donde la luz de una estrella que explotó en una galaxia vecina, la Gran Nube de Magallanes, llegó a la Tierra en febrero de 1987. Llamada Supernova 1987A, fue la explosión de supernova más cercana vista en casi 400 años. La Cercanía de la supernova a la Tierra permite a los astrónomos estudiarla en detalle a medida que evoluciona.
Ahora, los restos de la supernova, que se ha desvanecido con los años, es luminosidad. Esto significa que una fuente de energía diferente ha comenzado a iluminar entre los escombros. Los restos de SN 1987A está comenzando a impactar el anillo que la rodea creando potentes ondas de choque que generan los rayos X observados con Chandra X-ray Observatory.
Los rayos X están iluminando las ruinas de la supernova y la calefacción de choque es lo que hace brillar en la luz visible. Desde su lanzamiento en 1990, el telescopio Hubble ha proporcionado un registro continuo de los cambios en la SN 1987A.
Crédito de la Imagen: NASA, ESA, y P. Challis (Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics)
Ahora, los restos de la supernova, que se ha desvanecido con los años, es luminosidad. Esto significa que una fuente de energía diferente ha comenzado a iluminar entre los escombros. Los restos de SN 1987A está comenzando a impactar el anillo que la rodea creando potentes ondas de choque que generan los rayos X observados con Chandra X-ray Observatory.
Los rayos X están iluminando las ruinas de la supernova y la calefacción de choque es lo que hace brillar en la luz visible. Desde su lanzamiento en 1990, el telescopio Hubble ha proporcionado un registro continuo de los cambios en la SN 1987A.
Crédito de la Imagen: NASA, ESA, y P. Challis (Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics)
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